domingo, 4 de enero de 2009

NAVIDAD DE AUQUILLA (SARHUA) 2008



NAVIDAD DE AUQUILLA (SARHUA) - 2008. Apreciamos a uno de los cargontes, en este caso a Ember un descendiente sarhuino quien orgulloso preside su cargo para este año. Muchas gracias a los hermanos auquillinos por sus atenciones y recepción.

¿AUQUILLINOS DESCONFIADOS?
Reitero que llegué a Auquilla de manera fortuita, el 24 de diciembre del 2008, atendiendo a la invitación de mi colega, Hilario Berrocal Lima, pero como no empezaba la ceremonia de clausura, mi curiosidad por conocer las costumbres de mi pueblo Auquilla me ganó; así que fui a la Iglesia de Auquilla a ver cómo eran las celebraciones. Todo iban bien, hasta que un padre auquillino se molestó conmigo y casi me saca de la iglesia; su observación o motivo para desalojarme era que no me conocía (¡¿?!), si no fuera por el Regidor vara que le explicó quien era yo, ya que me conocía, tal vez terminaba fuera. Luego, otro padre auquillino se molestó conmigo porque atendí el saludo de los músicos (quienes estaban descansando) sarhuinos que habían sido invitados por el otro Regidor Vara; se le explicó al respecto y se calmó. Debo aclarar que estos dos padres estaban tomados o algo tomados; de no ser así, me hubiera llevado una pésima impresión del pueblo de Auquilla y nunca más me hubieran dado ganas de regresar. Los auquillinos deben tener cuidado con como tratan a las visitas, si yo siendo sarhuina me trataron así, qué será a un visitante de un pueblo lejano o ajeno a nuestro distrito. Esta es la segunda vez que visito Auquilla, la primera fue el 2005 llevando Chocolatada. Estas palabras son sólo una sugerencia y espero no me lo tomen a mal.

CELEBRACIÓN ENTRE LLUVIAS

El Regidor Ember fue muy amable, así como su familia, quienes me convidaron el menú preparado para la ocasión, un sabroso caldo de gallina y puca picante. El otro regidor preparó también caldo acompañado como segundo tallarín con cau-cau. Cada Regidor llegó en tiempos diferenciados a la Iglesia donde se realizaría la competencia y presentación de adoración al Niño Jesús, al son del arpa y violín, acompañados de sonajas y azucenas. Todos estos eventos estaban enmarcados con la caída de una copiosa lluvia que sólo duró ese día.

Lo que nunca voy a olvidar es la gracia y la algarabía de los bailarines; las mujeres acá no se quedan atrás muchas de ellas agrrando las sonajas bailaban a la par con los varones hasta levantar el polvo del suelo.

Otro detalle a anotar fue la presencia de músicos sarhuinos en estas celebraciones: en el arpa, Lucio Felices Quino y en el violín, Félix Ccallucundo Ramos. Ellos me hicieron sentir orgullosa de ser sarhuina, estaban ataviados con nuestro moroponcho típico.

El Regidor Ember, al ser decendiente sarhuino en Auquilla (su madre es sarhuina), estaba vestido también con nuestro moroponcho típico.

Por esta y por otras razones no me sentí lejos de Sarhua. Quedo infinitamente agradecida por sus atenciones y gentileza, lamento no haberme quedado más, será motivo para regresar en otra oportunidad y compartir de sus celebraciones con más calma; eso si mis hermanos auquillinos me lo permiten.

UN RETORNO NOCTURNO

Mientras se iban preparando las ollas para hervir los puñuelos, yo iba saliendo de Auquilla, es decir a las 4 de la mañana del 25 de diciembre del 2005, pues debía ver cómo se estaban realizando las celebraciones navideñas en Sarhua. Llegué a Sarhua a las 8 de la mañana, es que alguien que sale de Sarhua no puede regresar con las manos vacías (es vergonzoso) tenía que juntar algo de leña antes de llegar. Ni bien llegué me dirigí a la Plaza principal de Sarhua a ver y disfrutar de las incidencias y ... ese es motivo de otra historia que contaremos en otro post.



ALGUNAS IMÁGENES

La toma sale oscura a falta de iluminación, estamos delante de la Iglesia.


Tonada de los músicos de Sarhua invitados por uno de los Regidores Vara de Auquilla.


Regidor Ember bailando delante de la Iglesia.


Estas dos simpáticas madres auquillinas se pusieron a bailar dentro de la Iglesia y al descubrir que las grababan muertas de risa se detuvieron para empezar de nuevo con el zapateo navideño.


El zapateo es fuerte y sin descanso, se amanecen bailando. Se me explicó que en Auquilla ya no existen los ayllus, que esto de los cargos es una obligación, una responsabilidad pero que ya no hay la costumbre de los Ayllus, una pena.


La emoción es tal que muchas lágrimas se derraman no sólo por lo emocionante de la fiesta sino por la responsabilidad que ello implica...

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