POR: Jorge Deustua (Perú)- 1998
- En Ayacucho, situado en las montañas de los Andes en Perú, hay una aldea pequeña llamada Sarhua. En Sarhua, las casas se construyen con la ayuda de mucha gente. Los pares nuevamente casados que carecen recursos económicos reciben ayuda de sus padres, padrinos, amigos y parientes. Donan la madera, la paja, piedras y otros materiales requeridos para construir los nuevos hogares. Para reconocer esta ayuda, el nuevo par tiene un retrato de cada persona que ayudó a estructura que su casa pintó en las vigas del techo del cuarto del principio. Esta manera, sus amigos y amaron unos permanecen con ellos por siempre y sigue habiendo las vigas pintadas como remembrance agradecido. En Sarhua, esta tradición tiene una historia de casi trescientos años.

2. Debido a la guerra civil, muchas de la gente de Sarhua se trasladaron a Lima, y sus hábitos y maneras de la vida cambiaron. En vez de pintar en vigas, los nómadas de Sarhua comenzaron la pintura en tableros de madera. El nostálgico para su ciudad natal antigua, pintores de la tala comenzó a pintar sus festividades y costumbres tradicionales, sus mitos y creencia religiosa.







9. Los pequeños cauces de ríos o puquiales eran hasta la década de los '90 el único recurso de agua en la aldea.
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